sábado, 8 de marzo de 2014

¿FELIZ DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA?

En este país no podemos celebrar esta fecha, no al menos con criterio, no cuando no se valora el trabajo que realiza una mujer como es debido (dentro y fuera de casa), ni hay una Ley de Conciliación Laboral (¿saben los políticos realmente qué es conciliar en una familia normal y no en su burbuja?). No, yo no voy a celebrar este día hasta que las cosas cambien, y creo que tengo motivos.
Después de casi 11 años en una empresa, el 14 de julio de 2013 nació Miguel, y tras coger mi correspondiente baja de maternidad junto a mis vacaciones volví al trabajo. Apenas un mes y medio después la empresa decide prescindir de mí alegando que no quieren mujeres con reducción de jornada.
Evidentemente, y al margen de cuestiones personales (no laborales, de eso estoy segura) que imagino habrán sido las que hayan inclinado la balanza por mí y no por otra (os aseguro que somos muchas en mi caso), está el trasfondo no queremos mujeres con reducción de jornada
En pleno S. XXI y con un Gobierno que defiende sobre todas las cosas a los que están por venir (claro, que fácil es lanzarlos a este mundo tengan los problemas que tengan cuando luego no hay una Ley de Dependencia en condiciones, y ni siquiera sus madres/ padres pueden llevarlos al médico sin tener que recuperar ese tiempo, entre otras injusticias más que no vienen al caso porque entonces no acabo de escribir este artículo..) tengo que escuchar que no se me quiere porque he reducido jornada para cuidar de mi hijo y me invitan a abandonar la empresa. 
¿Valgo menos por eso? Os puedo asegurar que, aunque parezca soberbia, en mis 6 horas y media (pedazo de reducción la mía, y si reduje es porque no se me permitía hacer jornada completa intensiva) puedo rendir mucho más que personas que están 8 horas e incluso más (para mí no vale quedarse después de la jornada para hacer lo que no has hecho en la misma porque te dedicas a otras cosas, lo siento). 
Y esto no lo digo por nadie en particular, ni siquiera por mi ex-empresa, sino por la sensación y certeza de que esto está ocurriendo ahora mismo en muchas empresas. Claro que hay empresas que nos valoran (la mayoría extranjeras o del norte de Europa) pero son más las que por ser mujer ya te pagan menos y si eres madre pasas a otro estatus, y no precisamente positivo. He visto como mujeres muy válidas han vuelto de su permiso de maternidad y han sido relegadas a puestos de categoría muy inferior a la que tenían (sueldos ya ni os cuento) y todo desde la hipocresía de este país que dice que nos valora.
Ni hablar, la realidad es que (salvo excepciones contadas) o eres madre o trabajas. Me refiero a una madre en condiciones, no a una madre que tiene a sus hijos todo el día con sus abuelos o en la guardería. Respeto todas las posiciones pero ¿tener un hijo para darle el beso de buenas noches? No, lo siento, pero tengo claro que qué menos que estar un ratito con él por las tardes.. Claro, que también es cierto que muchas de esas madres no pueden ver a sus hijos porque deben aportar el sueldo íntegro al hogar, que esa es otra, con los millones de parados que hay en este país y los sueldos que hay para los que quedan trabajando, no queda otra que la mujer sí o sí trabaje fuera de casa con lo cual no siempre puede elegir entre ver o no a su hijo.. así que no malinterpretéis mi madre en condiciones, porque no me refería a vosotras..
Y dejando las cuestiones a las que te enfrentas cuando ya estás en la empresa ahora me centraré en las que me vienen: si tengo la suerte que me llamen para un trabajo (de 8 a 4 ya sería más que suerte, milagro) probablemente se me mirará con lupa en mi condición de madre, no de trabajadora, de este hijo y del futuro, si es que me lo planteo, para ver si les salen las cuentas conmigo, si puedo ser rentable a la empresa por ser (oh sacrilegio) madre trabajadora. Y a veces pienso, ¿cómo no va a echar cuentas la empresa si a veces son tus propiAs compañerAs las que cuando dices que vas a ser madre ya te encasillan? Ays pequeñas mías, ya os tocará, y pensad que si estáis aquí es por la madre que os parió, y os cuidó con todo el amor que fue posible.. que muchas veces se nos olvida..
Así pues, hoy por hoy y ahora mismo no tengo nada que celebrar, porque no se valora el trabajo que hacemos fuera (ni económica ni socialmente) ni el que hacemos dentro de casa (donde la mujer, en la mayoría de los hogares sigue llevando la batuta del hogar) porque si reduces encima parece que te vas a tu casa a jugar con el peque y no, para nada, comes corriendo, vas a buscar al peque y mientras recoges la casa, juegas con él y el rato que te sobra te dedicas a escribir, que es una de las cosas que más te gustan en este mundo, además de los potingues, y te da tu momento Vanesa, ese momento en que piensas sigo siendo yo, además de madre y saco tiempo para lo que me gusta aunque caiga rendida por las noches en la cama, pero feliz por sacar este ratito que espero me traiga tantas cosas buenas..
Después de mi alegato, ¿pensáis que ahora mismo puedo celebrar este día?
Lo único que puedo celebrar es la esperanza de que, en un futuro espero no muy lejano, podamos dejar de celebrar este día porque realmente podemos conciliar vida familiar y trabajo y ser iguales en sueldo y derecho que los hombres. Así que para mí, y como bien ilustra Jordi Labanda con el glamour al que nos tiene acostumbradas, TODOS LOS DÍAS SON 8 DE MARZO y queda MUCHO POR HACER.



UN BESAZO

1 comentario:

  1. Tus palabras son una verdad cómo un templo, no deja de ser una pena, pero hoy por hoy así es.besos!

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