Lunes. Mal comienzo de semana. Mucho trabajo, estrés y pésimas noticias. El día parece que no podía ir peor. De repente me acuerdo que, gracias a mi afán de participar en todo concurso que ofrezca premios tentadores, pedí cita la semana pasada en mi adorado The Lab Room para disfrutar del Facial de Rosas que me tocó en el concurso que promovieron en facebook. (Sí, estas cosas tocan, participad porque merece muuuuuuucho la pena!).
Total que no con demasiado ánimo he salido de la oficina y he ido a Campoamor donde tenía cita con Teresa, quien desde mi primera vez, es la encargada de dejar mis cejas perfectas y con quien me siento súper a gusto cada vez que voy (son tod@s majísimas pero una es mujer de costumbres jeje).
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| The Lab Room, Campoamor, 6 |
Cuando entras a The Lab Room el tiempo se desvanece. Ya lo dicen ellos en su web pero es que es cierto. La primera vez que entré me quedé entusiasmada con la decoración, el ambiente, todo y en las sucesivas veces que he ido siempre hay un pequeño cambio, ínfimos detalles pero que dan siempre al local un aspecto chic pero muy muy acogedor donde te sientes como en casa.
Hoy si cabe, y sin exagerar para nada, puedo decir que allí se ha quedado un pedacito de mí porque el Facial de Rosas ha sido no un premio, sino un regalazo: es un tratamiento maravilloso a base de una limpieza, masaje, mascarilla y un sinfín de detalles más que, a base del poder de las rosas, me ha dejado la piel luminosa, equilibrada y a primera vista, rejuvenecida. Además se complementa con un exfoliante de pies (bendito exfoliante) y un masaje en piernas y manos.
En una hora y media ha entrado una mujer cansada y derrotada y ha salido otra completamente distinta: hacía mucho tiempo que no me sentía tan guapa, renovada y, lo mejor, sin una gota de maquillaje!
Sólo me queda deciros que lo probéis, el tratamiento de hoy ha sido para mí el primero, que no el último y desde luego es la mejor limpieza facial que me han hecho hasta la fecha, y con mucha diferencia.
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| Un sinfín de productos tanto para una misma como para regalar |
No quiero acabar este post sin dar las gracias tanto a Mónica por brindarme la oportunidad de probar este maravilloso regalo, como a Teresa por hacerlo realidad y al resto de l@s chic@s que siempre tienen una sonrisa para hacernos el ratito de lo más agradable.
Y a vosotr@s que os animéis a probar este tipo de tratamientos. Siempre tenemos tiempo y dinero para todo y luego escatimamos, la mayoría de las veces, en invertirlo en cuidarnos y mimarnos, en dejar las preocupaciones a un lado y dedicarnos momentos de relajación e inmenso placer como suponen estos ratitos donde solo importas tú y tu bienestar.
Un besazo y, ahora sí, feliz comienzo de semana!
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| Cada rincón del centro esconde un tesoro como la maravillosa decoración vintage |
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